Llegó a dejar una carta al presidente. Era un lunes y eso de las 10 de la mañana, como todos los lunes desde que Correa subió al poder, había una ceremonia con la Guardia Presidencial, que son soldados vestidos con el traje del ejercito de Simón Bolívar, en la que se destacan los famosos "Lanceros". Vestidos como soldaditos de plomo, con un traje azul y blanco, uno bonetes cilindricos en la cabeza y botas de caballería; salieron del atrio del Palacio de Carondelet, por el lado norte y sur, caminiaron por entre la gente colocada delante de la Catedral y del Palacio Arzobispal y entraron por el lado occidental del Parque de la Independencia, al son de marchas militares que entonaba una banda.
Frente al Palacio en la calle García Moreno, se colocaron los "Granaderos de Tarqui", una escuadara de jinetes y cabalgaduras igualmente vestidos de gala. En la terraza del palacio estaba el presidente con todos sus ministros y sus asesores, luciendo ternos, que al escuchar el Himno Nacional giraron hacia la bandera que estaba a sus espaldas y que se izaba en el techo del palacio por un soldado. Después volvieron a mirar hacia la plaza, los soldados en voz alta juraron defender con su vida al presidente y en formación regresaron.
Entro al palacio, a mano derecha estaba la ventanilla de documentos; mientras hacía la cola, pensaba en la veces que los guardias presidenciales habrán hecho eso, y cuantas veces tuvieron que olvidarse de la promesa; en los últimos 10 años pasaron 11 presidentes, a todos seguramente le juraron lo mismo, sólo que ahora este presidente quiere que lo hagan públicamente cada lúnes. Pero cuantas veces tuvieron que romper la promesa, pues se trataba de escoger entre pedirle al presidente que se vaya o disparar contra la población desarmada que le pedía el fin del gobierno.
Quedaban 10 perosonas en la fila, volvió a leer el documento que tenía que entregar, era un documento en que le pedía la gente de San José de Morona agrupadas en la fundación Ecomorona, denunciaban que el petroleo ecuatoriano estaba siendo succionado y que dispusiera la explotación petrolera en la frontera. Al otro lado de la frontera se veían ya las torres de perforación de la empresa Occidental, que se fue del país por un conflicto en el bloque 15, en la provincia de Sucumbiós y que ahora pedía una indemnización de tres mil millones de dólares, porque ya no podía sacar los cien mil barriles diarios de petróleo,que los pagaba a razón de solo cuatro dolares el barril, cuando el crudo comenzó a vale sobre los sesenta.
El aprovecho el viaje para entregar también su propia carta, en la que le decía que era necesario tener un nuevo concepto filosófico, para ser trascendente en la historia, no solo una práctica, política, económica o social, bajo al visión del socialismo del siglo XXI a la "ecuatoriana" , que era a la final una filosofía eurocentrista de un alemán que veía el mundo con los ojos de su cultura occidental. El presidente debía tener un nuevo pensamiento filosófico y le proponía el "pensamiento equinoccial " que ve la evolución de la sociedad, no como una sucesión de formas de gobierno que van desde la sociedad primitiva, al esclavismo, feudalismo, capitalismo y postcapitalismo, en el que se encuentra el socialismo del siglo XXI, sino cono modelos de dominación que conviven y se modifican´, todos aparecen al mismo tiempo y compiten por el poder, pudiendo apropiarse de él cuando la otra opción esta inmadura o deteriorada, pudiendo retornar al poder la dominácion modificada que paso, o dar paso a una nueva forma de dominación. De seguro esto es chino para el gobernante pensó. Es un economista, hablale de eocnonomía, de lo concreto no de lo abstracto. De seguro tu pedido servirá para que te tache de loco. ¿Le interesara hablar con un loco "filatico" un renegado que se las tira a filósofo?. A lo mejor que sí.... pero la carta será leída por sus asesores y el secretario particular, esos seres humanos intermedios anónimos, que lo controlan todo, el poder oculto, aquellos cerebros que como sus guarda espaldas tienen el oficio de actuar para protegerlo y para proteger el "valioso tiempo del "primer ciudadano".
De regreso se volvió a encontrar con la mismas cosas de siempre. Estaba seguro que dirigirse a las autoridades del Ecuador, es sólo un estúpido juego en que cada ecuatoriano aprende que fue es y será en este país: un mudo espectador explotado. Este fue solo un ejercicio para confirmar una vez más la maldita suerte de ser un sobreviviente, no una persona, ni de un ciudadano.
Finalmente, por más que el presidente sea simpático en la televisión y en la realidad esté confrontando a los poderes tradicionales, que han mantenido este país entre los mas pobres de América Latina, el presidente hací un juego de contragolpes, contra algunas taras del país, del Sudamérica y de los centros mundiales de decisión global.
Anoche fue bueno verlo vapulear a los periodistas, los hizo ver como tontos, esbirros alcahuetes, encubridores de los dueños de los medios; fue un éxito como los desenmascaró ante la gente. Pero hoy cuando lo vio allá arriba en la terraza, con la gente que lo saludaba como a un ídolo y a los soldados jurando lealtad, se preguntó ¿Realmente algo va a cambiar hacia la democracia? Había la gran distancia, tras una cerca de uniformados. La seguridad se escondía el mundo inaccesible del poder, el derecho de pocos, consagrado en un ritual, que los ponía visibles pero muy lejos del pueblo; él se sintió tan lejos de aquel gobierno como un televidente de Rusia. De todas las maneras había empezado el tonto juego de esperar.¿ Tendré la paciencia de esperar, sabiendo que de seguro su carta ira al un miserable archivo o al basurero?- se volvió a preguntar.
-La forma más infame del perder el tiempo en este país es acudir a las oficinas públicas a pedir algo-era la frase de su esposa, que se la repetía cada que se daba cuenta que su esposo dejaba su ruitina por alguna ilusión con políticos o funcionarios.
- No soy un ciudadano que tiene deberes y derechos, soy una persona que tiene una vida y en ella una personalidad, gracias al diario ejercicio de escoger. No espero nada de usted señor presidente, `por ahora su gobierno es sólo un motivo de conversación, como lo son los juegos de la selección nacional de futbol para su clasificación a Sudáfrica 2010.
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