El productor payaso

-Es que ésa es la nota, lo preciso, lo que le gusta a la gente, que te rías y les haga reír  por lo que le pasa a otros.   Era el comentario del "Mal payaso",  como le llamaban  sus amigos, al popular animador de un programa de televisión, que procuraba hacer que los políticos o cualquier hijo de vecino quede en ridículo, de eso dependía su popularidad.
Sus amigos se reían de las pendejadas que él y su colaborador hacían.
-Ustedes son la cara fea que presentan esa modelos, que hablan de chismes al final de los noticieros.
- No,.... son peores que esos culos, con bocas más grandes que el cerebro,  que tratan de animar programas de concursos y  parecen  gallinas cacaraqueando, porque ponen un huevo.- comentó otro entre risas alcohólicas.
- A mi me caen mal tus programas Mal payaso...... le dijo uno de los "panas", que era el corta notas del grupo.
- ¿Y por qué mierda te caen al huevo?.
- Porque los cómicos inteligentes se ríen de sí mismos o de situaciones, no de personas, y tú eres como todo serrano mamerto, o costeño farolero, que se ríe del prójimo para tapar su fealdad física y moral.
- Cállate cabrón.   Tú no entiendes lo que le gusta la gente, por eso estás ahí de " ingeniebrio" a medias.
- Como sea,  pero no hago daño a nadie sólo por entretener.  En Roma, los  gladiadores  tenían el mismo oficio que tú, entretener al emperador y a un pueblo de bastardos, matando a otro ser humano y eres peor que ellos, porque finalmente un gladiador atacaba a otro que podía defenderse, tú atacas de sorpresa a gente a la que no le permites defenderse y haces gala de tu ventaja; te crees más cuando el otro vive una  vergüenza o una humillación.
- Yo no mato a nadie.
- No matas, pero hieres a gente inocente, al burlarte de ellos.
Tras a quel comentario, Mal payaso, sitió que la única razón para hacer su programa  era por dinero y popularidad y con eso tenía bastante.