El agua era su elemento natural. Nacido bajo el signo de piscis, buscaba cada semana un lugar donde sumergirse y contener la respiración hasta ya no poder, para tomar una bocanada de aire que la sentía dilatando sus pulmones como una droga.
Al nadar cada músculo tenía su tiempo de contracción y relajamiento. Aquel elemento con movimiento propio lo probó, cuando por salvar a alguien que se ahogaba en el océano, se vio ante la muerte, arrastrado por un remolino en Atacames, pero el miedo era un reto a enfrentar siempre, con cautela y nuevas habilidades.
El sondo de los ríos, las cascadas y las olas son la música que entiende. Cuando va a su piscina favorita o la playa mira con detenimiento el amor de quienes comparten alegrías bajo el sol, que a le ha dejado su marca permanente en la piel. Hoy deberá volver a sentirse nadie en la ciudad por un salario..
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