
Al nadar cada músculo tenía su tiempo de contracción y relajamiento. Aquel elemento con movimiento propio lo probó, cuando por salvar a alguien que se ahogaba en el océano, se vio ante la muerte, arrastrado por un remolino en Atacames, pero el miedo era un reto a enfrentar siempre, con cautela y nuevas habilidades.
El sondo de los ríos, las cascadas y las olas son la música que entiende. Cuando va a su piscina favorita o la playa mira con detenimiento el amor de quienes comparten alegrías bajo el sol, que a le ha dejado su marca permanente en la piel. Hoy deberá volver a sentirse nadie en la ciudad por un salario..
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