Al llegar a Muisne, notó que la gente actuaba casi sin darse tiempo para pensar. Subió a la lancha que le levaría de donde llegan los buses a la isla. En el trayecto, el estuario estaba iluminado por el sol y un color verde turquesa le hacía gama al verdor de las palmas. En las calles del pueblo se vivía una vida de segundos, donde todos se movían al parecer sin necesidad de pensar.
- ¿Qué le trae por aquí?- fue la pregunta de un niño
- Soy el nuevo profesor
- ¿Profesor de la escuela o del Colegio?.
-Del Colegio.
-¿Quiere que lo lleve al colegio en mi triciclo?
- sería bueno... Está bien, vamos..
- Sabe profesor, aquí, usted tiene que andar pilas.¿Me entiende?
- ¿Qué debo entender por "pilas"?
- Mejor dicho...bien despierto, atento, mosca
-¿Y qué pasa si no lo soy?
- Los estudiante se le van a montar y va a ver cuadritos.
Al día siguiente, fue presentado a sus alumnos y a los pocos minutos notó como se organizaba el relajo. Todo partía de chistes bobos, situaciones fixión, burlas a compañeros y acciones para sorprenderlo.
- Saben a que he venido...¿verdad? les preguntó. Hubo un gran silencio.
- Ya que nadie me contesta les diré que mi trabajo es enseñarles a reflexionar antes de actuar y hablar.
- Ha llegado al lugar equivocado le dijo alguien desde el fondo del aula y tapándose en la nuca de un compañero.
- He venido a una cita con mi destino, a encontrar retos y mi reto se conseguir que piensen un poquito antes de abrir la boca y actuar. Esa el la diferencia fundamental entre un analfabeto y alguien preparado. La diferencia es un minuto
- ¿Qué le trae por aquí?- fue la pregunta de un niño
- Soy el nuevo profesor
- ¿Profesor de la escuela o del Colegio?.
-Del Colegio.
-¿Quiere que lo lleve al colegio en mi triciclo?
- sería bueno... Está bien, vamos..
- Sabe profesor, aquí, usted tiene que andar pilas.¿Me entiende?
- ¿Qué debo entender por "pilas"?
- Mejor dicho...bien despierto, atento, mosca
-¿Y qué pasa si no lo soy?
- Los estudiante se le van a montar y va a ver cuadritos.
Al día siguiente, fue presentado a sus alumnos y a los pocos minutos notó como se organizaba el relajo. Todo partía de chistes bobos, situaciones fixión, burlas a compañeros y acciones para sorprenderlo.
- Saben a que he venido...¿verdad? les preguntó. Hubo un gran silencio.
- Ya que nadie me contesta les diré que mi trabajo es enseñarles a reflexionar antes de actuar y hablar.
- Ha llegado al lugar equivocado le dijo alguien desde el fondo del aula y tapándose en la nuca de un compañero.
- He venido a una cita con mi destino, a encontrar retos y mi reto se conseguir que piensen un poquito antes de abrir la boca y actuar. Esa el la diferencia fundamental entre un analfabeto y alguien preparado. La diferencia es un minuto
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