El filósofo se las letras: la letra B

Por Maximiliano Moreno
Hoy, era otro día de eso que hay que rebuscar bajo la manga, el centavo para hacer la sopa de la familia, y parecía imposible que se pudiera pensar en algo más que en los pagos de la luz, el agua, el condominio. Pero había descubierto una forma de cruzar por estos laberintos de la ciudad de Quito soportando el ruido, la contaminación, la maldita burocracia y los ladrones.
Su primera sala de meditación era el servicio higiénico, allí sentado en la taza trataba de entender y darle sentido al universo.
Cuando meditó en la letra a, descubrió lo que era el alma: un estado de ánimo.   Hoy al pensar en la letra "b", sabía que había un mundo cósmico o de la materia inorgánica donde había que encontrar algo que empezara con "b" y encontró la palabra balance.
Es que el equilibrio cósmico es una eterna búsqueda de balances. Son esos balances los que permiten al sol ser el eje del sistema solar y en el sistema solar, los planetas ha construido balances que les permiten ser lo que son,  generando fuerzas como la gravedad.   En la tierra hay un balance entre el mundo liquido, sólido, gaseoso, que conforman los océanos, los continentes e islas y la atmósfera, mientras en su núcleo las formas y los estados de la materia están en un magma caliente, que genera campos magnéticos.
En la materia organica o inteligencia viva, ¿qué palabra con "b" pudiera ser importante?.  Hay miles que existen y que pudiera permitirle entender lo que es la vida.
 Sabía que la vida era un juego de equilibrios bioquímicos donde lo ácido y lo básico tenían un rol clave, pero quizás la palabra clave con b que dirigía su vida y su trabajo era la biodiversidad, que motivaba su preocupación y frustraciones.
Biodiversidad quiere decir que la vida tiene algo maravilloso, que se puede manifestar de maneras variadas,  pero lo mas extraordinario es que está cambiando siempre de manera más acelerada, que la materia orgánica es una constante modificación y transformación gracias a la sexualidad y la capacidad de reproducción.
  Esta capacidad de autogenerar cambios era lo que le da la particularidad a la vida.  Pero eso le llevó a pensar en lo que está pasando.  Cada segundo desaparece una especie para siempre de la Tierra por culpa del ser humano.  ¿ Cómo fue posible que esto sucediera?   ¿ Qué se puede hacer para evitarlo?
La contestación es ya conocida.  Es ser humano está modificando su entorno e incluso su vida propia de manera aun más rápida que los veloces cambios que las diferentes formas de vida lo hacen y estos cambios están trastornado los balances que permitieron la vida en la Tierra.
En la esfera del ser humano, en su mente ¿ qué es lo que está sucediendo velozmente?.  Son los cambios que parten de considera lo bello y lo bueno, a lo que ahora está en todas partes, brotando de manera explosiva: el conocimiento.
  En la mente humana lo bello es un espejismo que confunde a lo bueno.  Lo bello son las armonías que cada mente humana reconoce y puede darle un significado, o un sentido emocional, lo bueno, en cambio es aquello que la mente humana reconoce como  beneficioso, o favorable para su existencia o la existencia de aquello que es de su interés- se dijo mientras terminaba de peinarse.
¿Pero hay algo que no sea ni bueno ni bello en la mente humana?
Mientras terminaba de afeitarse para ocultar lo que la gente juzga como descuido, o quizás por tapar los pelos blancos que ya pintaban su mentón, reconoció que había algo que no era ni bueno, ni bello, era lo básico, lo necesario, lo que está mas allá de la inteligencia humana, com el latido del corazón, el hambre, el respirar, el orinar, aquello puede existir en cada ser humano de manera independiente a los conceptos que el tenga de bello o bueno.  Pero hay momentos y personas, que pueden perder la capacidad de reconocer que todo cuanto existe es algo más que bueno o bello y pueden ser víctima de los que solo ven    con dos ojos.
Volvió a la calle, a ese territorio donde se vive el estado de alerta.  Era uno más de los mortales arrastrados por esa corriente de maquinas y cosas dueñas de vidas, en que el dinero es la sangre.

Pero encontró un amigo y un abrazo.  Era como encontrarse a sí mismo, luego se detuvo a ver una tienda de vídeos y encontró una película interesante:  El Viejo que leía novelas de Amor, con el actor Richard Dreyfus. Era la historia de un colono en las selvas amazónicas de Ecuador, que aprendió de los indígenas shuar, formas de ver la vida y la muerte y pudo en su vejes acariciar la felicidad en el cuerpo de una mujer y en un viaje sin tiempo, leyendo con ella novelas de amor.  Cuando terminó de leer dio gracias a la mentes y personas que hicieron esa película y al pirata que le permitió comprarla a sólo dólar y medio.