historias en español

Entradas populares

martes, 6 de septiembre de 2011

El abanderado

El gobierno ha decidido premiar a los abanderados de los colegios-comentó a su madre Luisa-con toda la desilusión de ya no ser la mejor estudiante de su curso.  Al llegar su padre una atmósfera de desaliento reinaba en la casa.
-¿Estás triste?
_ Ya no puede ser abanderada porque no tengo las mejores calificaciones de mi curso- respondió con amargura.
-Te tengo que felicitar, sinceramente.
- ¿Te estás burlando?- preguntó muy molesta Luisa.
- No, en esto no lo haría nunca.  Te digo la verdad. ¿Sabes qué es un abanderado del colegio? . Es un buen aprendiz de todo, porque en todo tiene buenas notas, ¿verdad?... y el que es buen aprendiz de todo, es maestro de nada.  Así dice el dicho que en todo lugar se recuerda.  Si tú eres una persona realmente capaz, tienes que ser buena en aquello que te gusta hacer y aprender, el resto tiene que quedar de lado.  En  esta sociedad que pretende hacernos a todos iguales, nos ponen como ejemplo al abanderado del colegio, que por lo general es el ejemplo del muchacho dócil con el sistema, y que queda bien con todo el mundo,  cuando debería ser como en la vida real, en que el que es buen deportista, es eso y vale por eso, el que es buen pintor, no tiene porqué ser un buen músico o poeta, y el que es un buen matemático pierde su valioso tiempo y talento si se le obliga a ser aquello que su cuerpo y su mente no encuentran atractivo, como por ejemplo ser acróbata de circo.
- ¿Me estás diciendo que los abanderados en realidad son gente que camina hacia la frustración?
- Precisamente.  Yo fui el mejor alumno de mi curso y de mi colegio.  Era bueno para todo, y luego no sabía que profesión escoger; tarde más de un año en encontrar mi vocación, para ello tuve que dejar mi casa, el colegio, la universidad y ser un viajero pobre, un mochilero que sorteaba dificultades por falta de dinero, entonces descubrí que mi mente se impresionaba con la gente enferma y me hice médico.   Pero a mi amigo, le sorprendía el ingenio con que la gente hacía sus viviendas y se hizo arquitecto, aquellos compañeros míos, que en el colegio se los calificaba mal, fueron los más exitosos en la vida, porque aprendieron a tiempo a reconocer para que no eran buenos, a que detestaban, aprendieron a no estudiar ni ser complacientes con profesores que no les parecían buenos, ni con materias que no les despertaban su interés, aprendieron a no  sacar buenas notas en lo que ellos se sabían inútiles.
- Entonces el gobierno se está equivocando cuando les premia con becas de 600 dólares y de mil dólares a los abanderados.
- Por supuesto que sí.  Debería premiar a los mejores alumnos en cada materia y no premiar al que es bueno en todas.  De esta manera enseñaría a los profesores algo importante.
-¿Qué cosa?
- Que el que a todos pretende complacer a nadie termina por satisfacer.
- Entiendo, el alumno que quiere quedar bien con todos los profesores, a nadie termina por satisfacer.
- Precisamente.   En las olimpíadas también se busca el atleta que lo puede todo, corre, salta, lanza jabalina, martillo, creo que participa en diez o mas pruebas.  ¿ Conoces a alguien famoso que sea bueno para todo y que la gente lo recuerde?
- No
- Pero si se recuerda a Bolt, el corredor jamaiquino de cien y doscientos metros, o a Maradona en el fútbol como  delantero.   El gobierno debería premiar al que hace bien algo y no al que hace bien todo.
- ¿  Y por qué no lo hace ?
- Estamos en una sociedad donde se pretende hacer creer, que el presidente es un iluminado, que puede resolver con su inteligencia todos los problemas, que los políticos son los hombres que conocen de todo y pueden decidir por eso nuestra suerte o incluso nuestra muerte, porque nosotros somos mortales que únicamente conocemos bien algo y no podemos opinar sobre el resto.   Y para sostener esta falsedad, necesitan hacer creer al pueblo, que los abanderados al igual que el presidente, son gente iluminada que puede saber de todo.  Los abanderados son la formalización de la mentira con la que nos gobiernan.

Desconcertada Luisa, al ver que los criterios con los que la formaban en la escuela eran irreales, le preguntó a su padre- ¿Cómo es posible saber que se sabe algo y que se es bueno en eso?.
- Conocer es sólo la certeza y la de que se es capaz de llegar a un límite.
- ¿ Cuál límite?
- El límite de tus posibilidades, que pueden estar determinadas por condiciones internas, como es lo que tu cuerpo te permite, o del entorno, que es lo que el mundo exterior te permite.   Esto se traduce en un sencilla actitud, que tú y todos las pueden reconocer: confianza.  El que sabe manejar, tiene confianza de poder conducir hacia un lugar sin contratiempos.   El que sabe curar, puede trabajar con la confianza que el medicamento y el tratamiento aplicado será exitosos.
Para Luisa, ya no le ilusinaba ser abanderada y obtener  un premio por ser el ejemplo de la joven complaciente con los caprichos y requerimientos de todos los profesores.  Cuando su padre salió se dio cuenta que sería una maestra de artes marciales y  quizás en masmedia.





No hay comentarios: