- MUJER MOSTRANDO UN GALLO DE PELEAS VESTIDA DE MARIACHI MEXICANA
- Ya sé, me lo han repetido miles de veces, la pelea de gallos es un juego sanguinario que lo practican los hombres no las mujeres.
- Pero estoy metida en esto solo por casualidad. Todo empezó cuando era niña y en mi pueblo en Loja, vino una sequía a atroz.
- Mi padre y toda la familia migramos a vivir en Esmeraldas. La provincia mas verde y lluviosa de la costa.
- Nos establecimos en Atacames y compramos una pequeña finca, pero mi padre tenía un vicio los gallos.
- Por supuesto como todo gallero también se emborrachaba y cuando lo hacía, como buen serrano, le pegaba inmisericordemente a mi madre, hasta que mi madre un día lo dejó, pero aquel domingo que se marcho, lo hizo porque por la golpiza casi aborta a mi hermano menor.
- Me prometió que regresaría a buscarme, pero en el parto le dio eclampsia y murió, los médicos salvaron a mi hermano que vive con mis abuelos que están muy viejos y le temen a mi padre.
- En la finca mi único consuelo eran los gallos que mi padre criaba para venderlos. Por un gallo obtenía mas que por diez gallos de carne.
- Es que se pasaba todo el día entrenándolos y cuando el se iba o se emborrachaba yo me quedaba sola cuidándolos.
- Uno de los gallos, lo crié desde pollito, como a casi todos pero éste me acompañaba a todas partes, era como mi sombra y era mi confidente, porque como ni siquiera iba a la escuela, el parecía que me escuchaba y me entendía todo lo que le decía.
- La cosas pasaban normalmente, hasta que en el gobierno de Rodrigo Borja, llegó una campaña de alfabetización, que era para adultos pero me admitieron y comencé a aprender.
- En los libros no solo que aprendía sobre gramática, matemáticas, sino que también aprendía sobre los derechos humanos y los derechos de los niños.
- Entonces empecé a odiar a mi padre. Sabia que era un machista, sin escrúpulos, incluso mi mamá descubrió que había matado a su primera mujer.
- Era por eso que mis abuelos lo temían, porque lo creían un asesino. Pero era un tiempo en que la ley, la vida de las mujeres y los derechos de nosotros los niños no valían nada.
- Los policías eran unos corruptos, que perseguían solo a los delincuentes si los familiares de la víctima les pagaba algo o solo perseguían a los que los terratenientes les indicaban que tenían que capturar, eran en realidad guardaespaldas de los ricos, pagados por todos los ecuatorianos.
- Por eso fue que cuando fui a pedir auxilio al policía para que salvara a mi madre de la golpiza que le propinaba mi padre con un machete, dándole planazos por el cuerpo la contestación del policía fue....nosotros no nos metemos en problemas domésticos.
- Entonces solo tenía 8 años. Cuando cumplí los 15, yo me sentía en peligro, porque mi padre me acosaba y quería violarme. Yo prefería dormir en mi gallinero con los gallos y cuando el se acercaba a buscarme en el día o en la noche mi gallo me lo advertía.
- Entonces me fugaba de la casa y lo dejaba sin comer, hasta que el me buscaba donde una vecina y me pedía perdón.
- Eso se repetía una otra vez
- Al pueblo de Atacames llegaron unos lojanos muy ricos. Compraron haciendas por toda partes.
- Una de las Haciendas más grandes que compraron fue la Hacienda El Timbre, a la entrada de Esmeraldas.
- Esa hacienda fue de la United Fruit, cuando llegaron en 1958 a sembrar banano en Ecuador.
- Tenia piscinas, canchas de tenis, aeropuerto para sus avionetas, porque fumigaban con avionetas las 50.000 ha de banano que tenían.
- Incluso tenía un ´puerto en el Río Esmeraldas con astillero para construir embarcaciones de madera. y mecánicos para los motores,
- La hacienda ya no era tan grande como en aquellos tiempos, porque cuando la compañía se marchó a fines de los 60, cuando llegó la Reforma Agraria, y después murió su gerente el gringo Folke Anderson que construyó el estado de fútbol de Esmeraldas, asesinado en Guayaquil. la hacienda prácticamente quedó abandonada.
- Pero el famoso Cuentero de Muisne, un tal dante Reyes, haciéndose pasar como un japonés llamado Chimbolo Macoto la compró y la vendió sin se suya.
- Bueno el caso es que estos lojanos compraron esa hacienda, pero venían a jugar los gallos en Atacámes.
- Cuando ellos venían a jugar el pueblo entero iba a la gallera porque les gustaba apostar contra todos.
- Pedían que los vecinos junten dinero y ellos ponían su fajo de dinero en una mesa.
- El juego empezaba cuando en la otra mesa estaba el montón de dinero de la gente.
- Fue un domingo de carnaval, en que Atacames estaba lleno, pero lleno de turistas y todos los campesinos vinieron a llenar las cantinas, prostíbulos y playas.
- El gago, como le llamaban al rico lojano
- que tenía la cicatriz de un labio leporino, luego de que pidió a sus ayudantes que andaban muy bien armados que contaran el dinero, sacó de una jaula de oro un gallo colorado,
- Era un gallo que lo había traído de japón donde también se juega los gallos, como en Filipinas.
- Al parecer era un gallo invicto en ese país, y cuando dijo que era traído expresamente de Japón, pensamos que hasta sabía artes marciales.
- Todo el mundo quiso retirar sus apuestas, pero el gago ordenó a sus hombres detener a los apostadores.
- Nadie quería jugar su gallo contra ese animal que tenía la cabeza pelada, era negro y llevaba unas tremendas espuelas de acero.
- Mi padre con un poco de tragos, fue a la jaula de sus gallos y sacó a mi gallo colorado yo llamaba colorado a mi gallito.
- Los ojos se me llenaron de lágrimas. Mi gallito había ganado dos peléas pero el otro había ganado peleas no solo en Japón, sino en Hon Kong, Macao y Filipinas. Debía valer una fortuna.
- Los pesaron, eran casi del mismo peso y apenas los soltaron el gallo negro de un salto casi le clava las dos espuelas en la cabeza al colorado.
- Pero mi gallo colorado solo se agachaba y lo dejaba pasar y de inmediato lo golpeaba pero no lograba encajar sus espuelas hechas con espina de raya, un pez que tiene una espina como sierra en la cola.
- De pronto el gago detuvo la pelea cuando vio que la gentes estaba eufórica al ver qiue mi gallo colorado le estaba castigando al negro japonés.
- -Dupliquemos las apuestas o me llevo todo dijo.
- Todos se rebuscaron sus bolsillos o fueron a buscar mas dinero en su casa. Es asunto es que
- se reunió el dinero y en las mesas los fajos de dinero hacían abrir los ojos al que menos.
- Esa tarde, muchos soñaban que la pobreza quedaría atras.
- Todos se preguntaban de donde el gago saca tanto dinero.
- Es socio del Cartel de los Reyes Magos
- Que es el Cartel de los Reyes Magos, pegunté
- Son los socios de Pablo Escobar el mayor narcotraficante del mundo.
- Cuando la pelea se reanudo, el juego de mi gallo colorado de dejara pasar al salatarín gallo negro japonés y luego golpearlo seguía teniendo éxito, pero al gago, se le notaba confiado hasta que volvió a parar el juego.
- Quien es el dueño del gallo colorado preguntó
- Yo contestó mi padre, bueno si quieres que tu pueblo y tu ganen en doble de lo que tengo sobre la mesa tienes que apostar algo que me interese y valga la pena dijo el gago
- Mi finca, dijo mi padre entre sobrio o borracho.
- Tierras es lo que me sobra, algo mas dijo mirándome
- Está bien te apuesto a mi hija.
- No podía creerlo, mi padre me apostaba como si fuera una cosa. Ya no me salían lágrimas sino odio de mis ojos.
- Esta guapa la muchacha bueno que uno de mis guardias la custodien para que no salga corriendo si pierde su padre dijo el gago.
- La pelea volvió a empezar y un silencio total reinaba en la gallera, hasta que mi gallo colorado cayo clavado en el pecho por la espuela del gallo negro.
- El silencio fue todavía mas profundo, mi padre me miró, todos me miraron vieron como su dienero lo comenzaban a llenar en bolsas los guardaespaldas, pero cuando todo estaba dicho, mi gallo se paró herido pero no puso su pico en el suelo y para sorpresa del gago y de todos el gallo negro cayo muerto.
- Mi gallo le había clavado su espuela también pero la herida fue mortal en tanto que la de mi gallo solo dejaba escapar aire y cuando lo tape se repuso por completo.
- La euforia de la gente era una locura, todos eran ricos, para el gago eso solo parecía como quitarle un pelo a un gato se reía.
- Mientras mi padre se llenaba los bolsillos con el dinero, tome mi gallo y me marche luego de tomar un fajo de billetes.
- Con esa plata compré un vuelo hasta Mexico con mi tío, pero no pudimos a entrar a Estados Unidos porque no le dejaban entrar a mi gallo.
- Cuando nos quedamos sin dinero nos quedamos a en Guadalajara, buscando algún trabajo pero no había nada. Pero al pasar por una calle vimos una gallera. Entramos y vimos que en Mexico la pelea de gallos es un gran negocio.
- Pactamos una pelea con el mejor gallo del estado, según supe luego, el día de la pelea pues todo empezaba con música de mariachis y cada dueño tenía un cantante que cantaba coplas contra el gallo y hasta contra el dueño del gallo, tanto que parecía que al final habría pelea entre los asistentes
- Luego de que presentaron a mi gallo como el campeón de Ecuador, para mover mas las apuestas, para que se note que era así, les pedí a los mariachis que me tocaran Guadalajara, y cuando toca esa estrofa de.....me he de comer esa tuna, me he de comer esa tuna, aunque me espine las manos señalaba al gallo rival. Pues al público no solo que les gustó mi canto sino mi gallo.
- Mi gallo colorado me dió mucho, pero mucho dinero en México y terminó invicto y con muchas gallinas y pollitos.
- Vender las crías del gallo colorado era mi negocio, y aunque no me lo crean, los hijos del gallo colorado que yo misma los entrenaba desde que nacían se volvieron los mas cotizados, los mas caros los mas buscados y peleaban dentro y fuera de México, algunos tuvieron mejor suerte que yo se fueron hasta los Estados Unidos.
- Pero cuando la cosa se puso fea con la guerra entre los carteles en México, como yo estaba en el lugar donde los narcos eran los reyes y luego se sabía que el uno le mató al otro, mejor me vine.
- De tanto tiempo en México se me pegó mucho de su dialecto y ahora me llama la gallera mexicana. Eso es bueno porque me da mucho respeto. La gente no se mete conmigo.
- Pero lo que mas me gusten es que me inviten a la fiesta de los pueblos a cantar
- No he dejado de cantar rancheras y boleros desde entonces y me pagan por mis presentaciones.
- Mi gallo colorado siquiera vivió hasta los 15 años y cuando volví a Ecuador fue mi pie de cría y ahora tengo en Santo Domingo mi criadero de gallos de pelea, me dan para vivir y no me quejo, mi padre se que murió atragantado en su propio vomito luego de una borrachera. Yo si creo en la justicia divina.
sábado, 19 de enero de 2019
Monólgos de mujeres Nro 15 La gallera
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