En volcán Ilaló vivía un famoso curandero, En los días de tormentas eléctricas, que en el Valle de los Chillos eran lo más temido, los rayos que entraban, por su boca y salía por sus manos, matando sin piedad a los cristianos. De sus orines nacieron las aguas termales que sanaban a los indios de las pestes del Dios blanco.
Con gran ceremonia de exorcismo en 1938 inauguraron la cruz de metal que hasta hoy existe en la cumbre. Las beatas dicen que el curandero se fue, pero dejo las aguas termales y los rayos ya no matan a cristianos.
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