El burócrata

Cuando era estudiante vio lo útil, necesario e inteligente que era copiar.  Cuando no sabía algo en los exámenes lo más fácil era mirar al examen del compañero, o buscar en su lugar secreto la polla, ese papelito que tenía las respuestas y que le ahorraba el trabajo de memorizar.
-¿Crees que llegarás lejos haciendo trampas? - Le preguntó un día el profesor que descubrió su proceder.
Aquel día guardó un cauteloso silencio, pero sabía que ese era el camino, robar ideas, conocimientos, iniciativas.
Hoy empieza su primer día de trabajo como burócrata público.   Se desempeña como alto funcionario del Consejo de Ciencia y Tecnología gracias a un titulo de posgrado obtenido en el extranjero de la misma manera, copiando todo desde las ideas, iniciativas, deberes hasta los exámenes.  
Es que esta era la cultura de casi todos en el colegio, donde había un buen estudiante, al que le llamaban el matón y el resto pasaban los años ayudándose, complotándose, encubriéndose y celebrando cada audacia, dio paso al universitario y al pos universitario que hicieron de esto una rutina exitosa.  Y ténganlo por seguro que lo sigue siendo hasta ahora en Ecuador.
-Entre, bienvenido.  ¿En  qué le puedo ayudar?
- Quisiera que me ayudara a financiar un proyecto de investigación.
- Claro, encantado para eso mismo estamos.  ¿ Tiene su proyecto aquí?
- No pero se lo puedo traer mañana, ahora sólo quería saber si es de interés de esta institución.
- Por supuesto, estamos para ayudar a los investigadores como usted.
- Entonces se los traigo mañana.
Al día siguiente aquel incauto investigador, le entregó sus ideas.
-Bueno estudiaré el proyecto y le daré la respuesta.
Aquella respuesta nunca llegó, tras leer el proyecto llamó a un amigo.
-Mira, tengo aquí un buen proyecto de investigación, vente que te lo voy a pasar, tú lo haces, yo te consigo el dinero y me das la mitad.
- De acuerdo.  Voy de inmediato.
- Si porque la próxima semana tengo que viajar al extranjero para conseguir los  fondos.