historias en español

Entradas populares

sábado, 12 de enero de 2019

Monologo de Mujeres La testigo del fin de la Unión Soviética


  1. MUJER QUE ACARICIA UN ABRIGO RUSO LUEGO UN SAMA BAR Y HACE SONAR UN PAR DE COPAS DE CRISTAL UCRANIANO
  2. Muchas gracias querido auditorio por permitirme contarles lo que fueron mis aventuras en los primero días de la Federación de Rusia.
  3. Todo comenzó en 1989, mi marido trabajaba en una investigación de malaria para una universidad del Alemania, pero las cosas no iban muy bien.
  4. El sueño de mi marido de viajar parecía que se derrumbaba, pero mi marido leyó una publicación en el periódico en que decían que era posible estudiar en la Unión Soviética por $120 dólares al mes.
  5. De inmediato y sin pensar que podía ser una estafa, nos inscribimos.  
  6. Por supuesto que el vivísimo de mi marido, ya estaba pensando irse solito a pasarla bien con las rusas, pero yo no lo permití.
  7. Demoramos casi un año, en que íbamos pagando cuotas, y recibiendo clases de ruso, pero cuando todo parecía que iba salir mal, porque las noticias del fin de la Unión Soviética llenaban los diarios, la persona que nos había estado pidiendo y pidiendo dinero nos dieron una fecha de partida.
  8. Para el 20 de diciembre de 1991, luego de que el primer ministro Mijail Gorbachov fue destituido y Boris Yeltsin, elegido primer presidente de un nuevo país llamado Federación de Rusia, proclamó el fin de la Unión Soviética, y la creación de la Comunidad de Estados Independiente partimos.
  9. Para emprender este viaje yo tenía que separarme de mis dos hijitas que tenían solo 9 y 7 años, pero contaba con la gran ayuda de mi madre, que vivía en Esmeraldas, Estaba segura que ellas estarían bien y seguras con madre,  mi padre y mi hermano custodiándolas.
  10. También solicitamos un préstamo al IECE, el instituto de Crédito Educativo, para estudiar comercio internacional y negocios con la nueva Federación Rusa, y el IECE nos apoyó a nosotros y a todo el grupo de 26 personas que viajamos.
  11. Por primera vez mi marido viajaba fuera del Ecuador, yo había viajado antes a México.  Cuando llegamos a lima, vimos una ciudad muy dinámica y unas playas llamativas, pero cuando nos metimos al mar, era helado.
  12. Cruzamos el atlántico en unos aviones de aeroflot que parecían más antiguos que los aviones de otras compañías en su interior. pero lo que más nos sorprendió fue la nieve, en el aeropuerto y la terminal de trenes desde donde viajaremos a Volgogrado, nuenombre con el que se conocía Stalingrado, pues en la llamada Comunidad de Estados Independientes
  13. El nombre y las estatuas de Stalin, que estaba en todas partes, desde los billetes o en monumentos eran destruidos.  Stalin pasó de ser un semidiós para los soviéticos, a un tirano asesino de millones de rusos de forma selectiva, ni siquiera como los nazis que fueron también asesinos de los soviéticos en la Segunda Guerra pero no tan selectivamente, sino por los bombardeos y el sitio a ciudades.
  14. En la estación los trenes eran los mismos que aparecían en las películas de la Segunda Guerra Mundial, y formaban columnas enormes,  pero a todos nos sorprendió los servicios higiénicos, no había papel higiénico y eran letrinas en que se tenía que poner los pies a los lados de un hoyo, que estaba en el piso, y apuntar bien para que las heces no se vayan a otro lado.
  15. Era la primer vez que viajamos en tren.   En Ecuador el tren Quito Guayaquil, que era el único que había y lo terminó en 1910 el presidente Eloy Alfaro, dejó de funcionar de manera regular y confortable en los años setenta.
  16. El trayecto duró 20 horas y los ecuatorianos probamos  por primera vez con entusiasmo el caviar, el champán y el vodka ruso que era muy barato y no dejarían de beber de ser posible diariamente hasta un años y medio más tarde, en que terminó nuestra aventura. 
  17. Volgogrado es una ciudad que está junto al Río Volga, el más grande de Europa.  Llegamos a hospedarnos en en el Tourist Hotel, junto al río, muy cómodo y agradable donde tenían un restaurante con show que incluía el baile de chicas rusas,que despertaron el furor de los hombres del grupo,  que eran la mayoría, pues sólo habíamos 4 mujeres.
  18.  Las clases se iniciarían en Febrero, así que durante un mes, los ecuatorianos que en este país eran turistas ricos, pues un profesor apenas ganaba 20 dólares al mes, no perdieron tiempo en conocer los lugares de diversión, incluso mi marido al que pillé en nuestra habitación, donde había metido junto con un amigo dos rusas,
  19. Cuando lo encontré, estaba en ropa interior y ya tenía a la muchacha lista para servirse, a la chica la saque a golpes y el le dejé las huellas de mis uñas en todo su rostro a mi marido.
  20. Las mujeres rusas que custodiaban cada piso, eran unas veteranas, llamadas vactiojas,  me felicitaron por lo que le hice a mi marido y casi me convertí en una heroína para ellas.
  21. En el hotel, que era grande, se alojaban también gente de Armenia y Azerbaiyán,  Dos de los nuevos países que antes pertenecían la Unión Soviética, pero que ahora estaban en guerra.
  22. Un día subiendo en el ascensor, un gigante azerbaiyano, apenas se abrió el ascensor en su piso, sin decir una palabra, me cargó y me iba llevando a la fuerza a su habitación, y si no es por los reclamos y amenazas de mi marido, me secuestraba sin ningún remordimiento.
  23. Volgogrado era una ciudad muy fría en el invierno, algo que nunca habíamos visto, a tal punto que mientras comíamos en el restaurante, veíamos con asombro como el río se congelaba y luego la gente caminaba sobre el hielo para hacer orificios y pescar. 
  24. Los días nos parecían demasiado cortos, el sol salía a las 10 de la mañana u se iba a las cuatro de la tarde.  
  25. Cuando íbamos a comer en los restaurantes, nos llamaba la atención que en esos lugares había unos hombres en cuclillas en la puerta y los que mas bebían eran los llamados sureños, que eran de Armenia, Georgia y Azerbaiyán.  En los restaurantes había orquestas tocando y cantando y cuando se celebraba matrimonios o fiestas o había algún problema, las botellas eran lanzadas o los vecinos  y eran botellas de vidrios muy gruesos. 
  26. Pero lo más asombroso era en se pasaba una novela mexicana Los Ricos Tambien LLoran, nadie trabajaba y eso era a las dos de la tarde.
  27. Cuando nos cambiamos a la residencia de la Universidad, mi marido y yo fuimos al tercer piso pero los ecuatorianos coparon el segundo piso de aquella residencia que estaba frente a una cuartel llamado Krasmi Kasarmi.
  28. En el segundo piso los ecuatorianos destinaron una de las habitaciones para hacer una discoteca, y compraron equipos de música que les parecía asombrosamente baratos y empezó un mundo de alcohol y orgías en los que participaban dos azerbaiyanos y los conscriptos del cuartel, en fiestas interminables.
  29. El alcoholismo se volvió el principal problema de los ecuatorianos, a tal punto que concursaban en campeonato que duraba varios días hasta que uno de ellos comenzó a tener delirium tremens y veía enanitos verdes y otro se lanzó como suicida desde el cuarto piso pero cayó sobre una montaña de nieve.   Entonces todos cuando le saludábamos le decíamos  es un ave, es un avión ?.....  No es Igor ,  en lugar de decir es superman.
  30. Las clases las recibíamos en español pero nos daban clases de ruso, sólo a uno le interesaron las clases de ruso, a un médico de 60 años que quería hacer un posgrado en dermatología.  El más estúpido del grupo, pero con más dinero y vicios, simplemente dijo que el ruso era difícil pues usa otro alfabeto, pero además no sirve para nada, y peor aún viendo el derrumbe económico y moral.
  31. Rusia en ese momento era un país donde faltaba todo, no había toallas sanitarias, papel higiénico, para conseguir pan se debía hacer colas interminables, en el restaurante de la universidad, donde habíamos pagado la comida por todo el año, la comida era mala y hasta detestable.  En las colas para comprar no faltaban las ancianas que nos contaban cómo fue el sitio de Stalingrado por las tropas rusas y como ellas cocinaban su sangre para dar de comer a us hijos, lo que les hizo perder la dentadura. En una montaña en el centro de la ciudad llamada Mamaev Kurgan, los nombres de los miles de muertos eran recordados y en le museo de la guerra, junto a la Universidad se guardaba los documentos de compra de mujeres por parte del los laboratorios HG para experimentos científicos.
  32. Cierto día le llamaron a mi marido al rectorado,   Mi marido ya era famoso por lo que le hice y porque un día intentaron robarle. 
  33.  El ladrón, un ruso más grande que él lo engañó y lo llevó a la entrada de uno de esas enormes multifamiliares, en horas de la noche diciéndole que le guiaría a otra entrada para el tranvía, y una vez allí le sacó un cuchillo, y le golpeó la cara, esta era la forma usual de violar a las mujeres en Rusia.  Mi marido tomó la hoja del cuchillo son su mano y se la llevo al cuello de su agresor pero este jaló para abajo y le cortó los dedos, pero la sorpresa le permitió escapar y pedir auxilio golpeando la puerta de los departamentos perseguido por el delincuente, que finalmente desistió, luego la policía le llevó a un sitio donde suturaron su mano.
  34. Otro día a otro de nuestros compañeros, un cambista que le ofreció cambiar 100 dólares, que en ese momento era mucho dinero, con el mayor descaro dijo gracias y lo empujó. para que se vaya, el,  nos decía  que puso las intensas, es decir le clavó la mirada y le dijo yo soy cartel de Medellín y el hombre se puso nervioso,  de inmediato le cambió el billete.
  35. En  los tiempos libres aprovechamos para conocer la playa de Sochi, Eran unas playas pedregosas pero el mar estaba caliente, había muchos hoteles y albergues de muy buena calidad, pero cuando intentamos regresar, una enorme columna nos lo impedía.  Había estallado la guerra entre Georgia y Abjasia, y muchos querían salir de Sochi.  
  36.  En este lugar comprendimos lo que es la paciencia rusa, un muchacho nos compró los billetes tras una larga y paciente espera,  pues como extranjeros nos sacaban de la fila.
  37. También fuimos a Kiev, que pocos días antes había botado la estatua de Lenin al río Nieva.
  38.  Nos llamó la atención que en la estación de lanchas para recorrer el río, los servicios higiénicos no tenía puertas, y mientras nos lavábamos las manos, por el espejo se podía ver los rostros y  a los que ocupaban las letrinas, ablandar los periódicos para limpiarse, luego de leer algo.
  39. Como era el 9 de mayo cuando llegamos, la gente bailaba en las calles celebrando el fin de la Segunda Guerra Mundial, pero lo curioso era que bailaban entre mujeres,  explicable porque el país se había quedado prácticamente sin hombres al final de la Gran Guerra Patria, como la llaman. 
  40.  San Petersburgo, fue la ciudad rusa que más  nos asombró,  con sus palacios y museos como el Hermitage y el Palacio de Verano, llena de piletas de oro. 
  41.  Llegamos en junio para asombrarnos de las llamadas  Noches Blancas, que es cuando el sol sale a las tres de la mañana y se oculta parcialmente a las 12 de la noche.
  42. La vida en las calles  en las Noches Blancas era muy activa  y los pájaros volaban a media noche.
  43. Luego un crepúsculo como a las 6 pm en Ecuador y la luz del sol radiante nuevamente, convirtiendo a los jóvenes e bohemios. 
  44. En ese momento el Cartel de Medellín y Pablo Escobar era el nombre más sonado en Rusia, pues la mafia rusa se había vinculado con esta organización y le ayudaba a mover su droga por europa.   El decir que eranos colombianos y no ecuatorianos nos fue muy útil en momentos de peligro en Rusia.  Todos sabían que era Colombia y nadie que era Ecuador.
  45. San Petersburgo,  nos asombró con sus palacios y museos como el Hermitage y el Palacio de Verano, con grandes piletas de oro.  Llegamos en junio para asombrarnos de las llamadas Bieli Noches o Noches Blancas er que el sol sale a las tres de la mañana y se ocultaba parcialmente ha las 12 de la noche, en que la vida en las calles era muy activa  y los pájaros volaban, luego un crepúsculo como a las 6 pm en Ecuador y la luz del sol radiante nuevamente, convirtiendo a los jóvenes e bohemios. 

  46. Al llegar el verano mi marido y yo encontramos la forma de viajar a España en bus.  En 1992,  España celebra los 500 años del descubrimiento de América, y sería la sede de los Juegos Olímpicos.
  47. El viaje era organizado por una congregación católica que quería ingresar a Rusia, similar al Opus Day.
  48. En el viaje donde habrían muchos latinos que vivían en ese país, y pocos rusos, la mayoría mujeres,  pero fue complementado con polacos que  se sumaron cuando llegamos a Varsovia, luego por otro grupo de alemanes que  se sumó cuando pasamos por la ciudad de Munster.
  49. Aquella Europa de norte que recorrimos en bus de Polonia, Alemania y Bélgica estaba llena de casas con techos rojos y una arquitectura que parecía similar, hasta que llegamos a París.
  50. Tras muchas horas de rezar y dormir en los buses, subir a la torre Eiffel fue un suceso, ver el Sena, el barrio Montparnasse, de los artistas y la zona del Moulin Rouge, nos descubro la Europa libre, y libertina. 
  51.  Incluso una noche viajamos en el Metro, era el último turno,  y al igual que las calles que eran temibles  en la noche por los negros intimidantes y agresivos que se nos acercaban,  en el metro vivimos una experiencia abominable, porque los drogadictos  perdidos abundaban y vomitaban por todas partes.
  52. Fuimos hasta Lourdes el santuario donde pedí con toda mi fe le ayudará y protegiera a su familia y compre una agua bendita, entre miles de peregrinos a este lugar y de allí finalmente a España.
  53. Unas pocas horas en Madrid que estaba alborotado por  los atletas de las olimpíadas y los turistas.
  54.  Entre  los atletas  estaban los deportistas rusos y de la ex Unión Soviética,  que habían hecho el mismo recorrido que nostros en bus, mientras los del resto del mundo llegaban en avión.  Suponíamos que estarían tan molidos como nosotros.
  55.  Unas pocas horas en Madrid,  para unas fotos y a Valencia, donde sería nuestro sitio de acogida. En Valencia a mas de rezos, hacíamos juegos grupales, para mejorar la sociabilidad entre los viajeros, pero no había nada mas.
  56. Así que primero nos escabullimos una noche a un bar en la ciudad, donde nos llegó el racismo español de ese momento contra los indios como nos llaman despectivamente a los mestizos de sus ex colonias.  
  57. Luego fuimos a Culleras una playa de turistas nórdicos, suecos, noruegos, daneses, donde las muchachas se paseaban y jugaban mostrando sus senos,el famoso top less, que le tenía anonadado a mi marido, por supuesto.
  58. Terminó las olimpiadas que fueron ganadas por Rusia, pero como no tenía ni bandera ni himno nacional, en cada premiación sólo se escuchaba el himno de los Estado Unidos, que había alborotado a los españoles con el primer equipo de los Dream Team o equipo de los sueños, que ganó contundentemente la medalla de oro.
  59. Al regreso pasaríamos por Barcelona, y teníamos la esperanza de  ver algún detalle de los juegos olímpicos, por lo menos el estadio, pero nos fue negado,así que mi marido se sentó delante del bus en la calle y le acompañaron otro viajeros, hasta que finalmente fuimos con el bus hasta el estado, que estaba cerrado.
  60. Después volvimos al demoledor viaje hasta Moscú, que no tuvo paradas como el de ida. sino para comer y usar los inodoros.
  61. Nuestro siguiente viaje si fue mucho más satisfactorio. 
  62.  Cuando llegamos a Volgogrado, los ecuatorianos que había derrochado su dinero en alcohol y mujeres, no tenían ni para comer. dos de ellos, los menos alcohólicos, se sumaron a nosotros,  Victor  y Segundo,  un guayaquileño con un humor muy divertido.
  63. Volamos por 90 dólares de Moscú a  Jabárovsk,   Era un vuelo que cruzaba nueve husos horarios, casi la misma distancia de de Europa a Sudamérica.
  64.  Tratamos de entrar por esta ciudad a China pero luego elegimos mejor recorrer todo el sur de la Unión Soviética.
  65. De Jabárovsk fuimos en tren al puerto de Vladivostok.   En este lugar nos sucedió algo muy particular, fuimos a tomas una de las famosas cervezas chinas un un bar, y cuando mi marido se acercó al bar, sintió un peso, compró las cervezas y luego se nos acercó un ruso que le pidió que le acompañe para hablar,  lo que aceptó.
  66. Tengo tu pasaporte y si lo quieres de vuelta tienes que pagar 100 dólares le dijo.  Mi marido salió con el hombre a una terraza y le sacó una navaja, le explicó que era médico y que sabía exactamente donde clavarla. El hombre se vio sorprendido.  Cuando yo llegué le pregunté Max que pasa.   Este bribón me robo el pasaporte me dijo.
  67.    El hombre que era casi de dos metros, aprendió su nombre y le decía,  Padardí Max,  que quiere decir espera Max.   
  68. Cuando llegaron nuestros amigos, les dio instrucciones pues el hombre le dijo que su pasaporte estaba en la cocina.  Efectivamente Víctor lo encontró allá y nos fuimos.
  69. Después de esta mala experiencia pensamos que lo mejor era marcharnos y fuimos a la estación del tren pero para sorpresa, allí estaba aquel ladrón rodeado de más matones, a parecer era jefe de alguna clan mafioso.
  70. Mi marido fue hasta la estación de policía, y reportó el incidente, regresando a la estación con un grupo de guardias mientras el mafioso escapaba, Pero Vladivostok, en cuyo puerto vimos un barco con bandera ecuatoriana, era una ciudad vedada para los extranjeros, por ser la mayor base militar de Rusia en el Pacífico, así que los policías nos acompañaron hasta que nos embarcamos con rumbo a Irkus en Kazajstán.
  71. En el viaje en tren,  a nuestro compañero Segundo  robaron  su cámara rusa  que tenía lentes para larga distancia y cuando llegamos a Irkutsk denunciamos esto a la policía.  Pero la policía nos llevó a un interrogatorio, pues al parecer los turistas necesitaban algùn permiso,
  72. En la policía Víctor, dijo con cara de preocupación,  que ahora tendríamos un carcelazo en lugar de un baxalazo, que era como llamábamos al dormir en las estaciones del tren antes de emprender un viaje.
  73. La expresión  y la cara de Víctor nos hizo reír a todos, pero a mi marido le produjo una risa incontenible, y tuvo que pedir permiso para continuar riéndose en el corredor, lo que desconcertó a los policías. 
  74.  En aquel momento Kazajistán aun era un país socialista y en los países socialistas, para ir de un lugar a otro se necesitaba una invitación.  Los policías eran brutales con la población  y  teníamos al frente un mogol de aspecto temible y muy grande.
  75. Finalmente la policía comprendió que no éramos turistas sino estudiantes de la Politécnica de Volgogrado y nos dejaron marchar.
  76. Kazajstán era un gran desierto, con ciudades típicamente rusas de multifamiliares, donde lo más atractivo era su arquitectura de madera en los campos.  De aquí fuimos a conocer el Lago Baikal.
  77.  Este es el lago más profundo del mundo,  era algo espectacular,  pero como estábamos a finales de Agosto, la nieve ya cubría las montañas y parte del lago se congelaba ante nuestros ojos.
  78. Conocimosa a un enorme  siberiano de ojos muy azules y cabello casi blanco, muy amable y con un poco de vodka,  que cuando supo que éramos de Ecuador y que Ecuador estaba junto a Colombia, mostró más interés.
  79. El siberiano asistía a una reunión de las mafias de Rusia,  incluidas algunas de las repúblicas como Kazajstán, Uzbekistán y más las repúblicas árabes, del lo que fue la Unión Soviética.  
  80.  Aquel hombre se desvivía por cortejar, sin importarle mi esposo, lo cual no me llamaba la atención pues en Rusia mi apariencia les gustaba mucho y no les importaba si eras soltera o casada.
  81. Pero lo más bello de todo este viaje fue llegar a Uzbekistán.   
  82. Visitar Samarkanda, Jiba y Bujara,  fue descubrir la extraordinaria arquitectura desarrollada por los persas. 
  83. Esta cultura milenaria y el Islamismo, dio paso a una arquitectura, vestuario y costumbres tan diferentes, que faltaban ojos para tanta belleza, tantas sorpresa, tanto contraste.
  84. Era como si, a pesar de la Unión Soviética, el mundo de los cuentos de Las Mil y Una Noches no hubiesen sido cuentos.
  85. La música, la danza del vientre, los minaretes, los templos llenos de cerámica colorida y con delicados detalles, las cinco oraciones al día, que lo detenían todo para rezar, los recintos de oración exclusivo para los hombres, el rostro tapado de las mujeres, los muñecos en la parte anterior de los vehículos que llevaban a la pareja de recién casados, la comida con nuevos sabores, los mercados bulliciosos, los camellos era una avalancha de curiosidades.
  86. Quizás lo más sorprendente era como hacían negocios, el vendedor ofrecía al interesado desde coñac de armenia,  un lugar en una sala con una bella alfombra para sentarse como preámbulo, luego empezaba una conversación que al mismo tiempo era un recuento de las aventuras, curiosidades, anécdotas,  que cada uno había tenido en la vida, y luego de este  rodeo antes de llegar al precio se continuaba con  la explicación real o fantasiosa de porque ese era el precio. y lo extraordinario de la compra que haría el interesado
  87. Lo que más me dolió de ese viaje por Uzbekistán, fue no haber tomado un taxi y subirme con el tonto y tacaño de mi marido a un bus, donde me robaron unos bellos manteles bordados a mano que había comprado.   Fue una pérdida irreparable.
  88. Menos mal que por lo menos las cosas de plata, que mas que por la plata valen por el trabajo de los orfebres hecho a mano, como este juego de té no lo robaron también.
  89. Cuando volvimos a Volgogrado, en un tren cargado de pasajeros, a más no poder, en el que por la ventana se podía ver a camellos correr a una velocidad que parecía igual a la del tren en medio de un desierto, parecía inaudito.
  90. En Volgogrado la tragedia de los ecuatorianos que despilfarraron su dinero en el invierno y la primavera era completa.
  91. El ingeniero que nos trajo, sólo pagaría el pasaje de retorno a Ecuador a unos cuantos, los demás tuvieron que pedir a sus familiares y amigos, dinero para regresarse y no faltó la ecuatoriana que se fue a Italia donde encontró residencia y trabajo.
  92. Afortunadamente a mi y mi marido, el bandido ingeniero nos dió el pasaje de regreso, en tanto el resto de nuestro así como de otros grupos que llevó, tuvieron que encontrar cómo volver, cuando se terminó la visa.
  93. Finalmente y para terminar de explicarles cómo era la crisis que vivía la nueva Federación de Rusia en su nacimiento, por todo lado había mafia y en el avión mi marido tuvo que viajar parado desde Moscú a Luxemburgo,  porque su asiento había sido revendido a otro pasajero, lo pueden creer?......

  94.  

No hay comentarios: